No conocía a Sinéad O'Connor. De hecho no he sido nunca fan suya. Informándome sobre la cantante descubrí que había escrito unas memorias y cómo era una figura tan controvertida (o mejor dicho, la hicieron serlo) decidí leerlas. No tengo buen nivel de inglés pero el lector electrónico tiene un diccionario maravilloso, además de que algunas expresiones puedo sacarlas por el contexto. Pero esto no es importante, no vengo a hablar aquí del ebook sino de un libro que me ha revuelto el corazón de forma muy bonita y a la vez muy cruenta.
Rememberings es un libro que asombra y duele al mismo tiempo. Comienzo la lectura agarrada de la mano de la controversial cantautora en sus inicios. Narra cómo vive una infancia difícil, recibiendo brutales palizas de su madre. La narración que utiliza a lo largo de estas memorias me recuerda a los diálogos. Sí, creo que Sinéad quiere desahogarse con el lector y lo hace sin contemplaciones, ni siquiera le importa. Convertida en confidente, acepté el reto y continué leyendo ¿Por qué? No lo sé, había algo de su manera de expresarse que me atraía, a pesar de leerlo en inglés.
Otra de las anécdotas que cuenta es que iba muy pocas veces al colegio. Cogió la costumbre de robar, a veces observaba a su madre llevarse el dinero de la colecta. A partir de ahí comenzó su carrera musical cuando en un internado al que la enviaron, una monja le escuchó cantar y la animó a hacerlo.
Pero no todo es un mundo de rosas en la música, o eso nos cuenta la autora. Como toda «novata» Sinéad era un alma libre que no hacía lo que le decían en el panorama musical. Su mánager en numerosas ocasiones le decía que vistiera de forma «aniñada» y no llevase el pelo tan corto. Su cabeza rapada se ha convertido en todo un hito de la cultura popular y no es para menos.
Si de algo trata este libro es de enseñar cómo «loco» no es solamente una etiqueta que se ha identificado con las personas que tienen algún trastorno psicológico sino también la forma en que se percibe culturalmente a la gente que no encaja en un sistema determinado. Sínéad no encajaba, o al menos ella sentía eso. Era percibida como una marioneta, un títere que intentaba luchar contra ello.
Un acto de valentía de una joven que por desgracia fue maltratada por el mundo de la música. Un mundo que se mueve por dinero, aunque sea machacando a la gente. No pretendo desvelarte todo el libro porque Sinéad O'Connor es una autora muy compleja no solo en la música sino también en sus memorias.