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Foto de Justin Lane en Unsplash |
Buenos días, buenas tardes, buenas noches lectores.
En las tradiciones yorubas, Oshun es la diosa del amor, la dulzura y las aguas que dan vida. Sus joyas —doradas, luminosas, llenas de energía femenina— simbolizan la belleza, la prosperidad y la conexión con lo divino.
Hoy me gustaría que disfrutarais de un cuento inspirado en su mito que se titula Las Joyas del río y que espero que disfrutéis.
Las Joyas del Río
Las joyas de Oshun brillaban bajo el sol del mediodía, colgando del cuello de Amina como gotas de miel líquida. Eran cinco collares de cuentas doradas, regalo de su abuela, sacerdotisa del río. “Nunca las uses sin pedir permiso al agua”, le advirtió. Pero Amina, impaciente por deslumbrar en la fiesta del pueblo, se adornó sin ritual ni oración.
Al caminar hacia el río, todos la miraban; su piel parecía encenderse con cada paso. Sin embargo, en el reflejo del agua, su rostro cambió: los ojos se tornaron dorados, y el murmullo del río se volvió voz.
—¿Por qué tomas lo que no honras? —preguntó Oshun, desde la corriente.
Amina cayó de rodillas, temblando. Las joyas pesaban como piedras. —Solo quería ser bella —susurró.
—La belleza sin respeto es vacío —respondió la diosa.
Entonces, el río la envolvió. Cuando el agua se retiró, Amina seguía allí, con los pies bañados en barro y los collares deshechos, dispersos entre las cañas. Desde ese día, el pueblo dice que, si el sol brilla sobre el río al atardecer, se pueden ver las cuentas de Oshun danzando sobre el agua, recordando a todos que el poder y la belleza deben siempre ir acompañados de reverencia.
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