¿Sabéis esos libros en los que siempre pasan cosas y no te dejan indiferente? Johnny Cash no es para niños no es solo un libro de relatos sino una puerta que puede llevar al paraíso o al infierno, según los gustos del lector. En este libro de relatos tanto la esperanza como la soledad llegan a ser fieles compañeros de cama. Sin duda Talentura nos trae a una autora que sabe mezclar de forma muy natural lo grotesco y lo esperanzador. El libro comienza con "La chica que olía a galletas", un relato que sin duda sirve como entrante al libro. Vamos a acompañando a esas dos chicas que salen de la discoteca. Con una prosa muy detallista la autora consigue desvelarnos detalles de ambas muchachas. De hecho juega muy bien con el miedo en los acontecimientos del relato. De "La chica que olía a galletas" pasamos al relato de "Un corazón nervioso". Algunas de las metáforas de este relato me han hecho comparar a los personajes con muñecos de hojalata que se rompen. En todos los relatos la autora tiene imágenes muy vívidas pero en este sin duda ha sido una experiencia que ha dolido y me ha gustado a partes iguales. Otro de los relatos titulado "Ay Javier" podría describirlo con un asesinato, un cenicero de Gin Larios en el que no fuma nadie y una aventura... ¿Con esto no os consigo vender el libro? Pues sois duros de pelar, queridos lectores. Es cierto que ha habido relatos que me han parecido más flojos que otros pero considero que tiene muchos puntos fuertes como los personajes o las descripciones del libro. Elena Prieto consigue un ambiente en el que puede haber angustia pero también esperanza. Por solo 15,20 euros podréis tener una lectura muy versátil y en algunos puntos hasta divertida. Ideal para escuchar con canciones de Johnny Cash mientras estás en la tumbona.
¿Sabéis esos libros en los que siempre pasan cosas y no te dejan indiferente? Johnny Cash no es para niños no es solo un libro de relatos sino una puerta que puede llevar al paraíso o al infierno, según los gustos del lector. En este libro de relatos tanto la esperanza como la soledad llegan a ser fieles compañeros de cama. Sin duda Talentura nos trae a una autora que sabe mezclar de forma muy natural lo grotesco y lo esperanzador. El libro comienza con "La chica que olía a galletas", un relato que sin duda sirve como entrante al libro. Vamos a acompañando a esas dos chicas que salen de la discoteca. Con una prosa muy detallista la autora consigue desvelarnos detalles de ambas muchachas. De hecho juega muy bien con el miedo en los acontecimientos del relato. De "La chica que olía a galletas" pasamos al relato de "Un corazón nervioso". Algunas de las metáforas de este relato me han hecho comparar a los personajes con muñecos de hojalata que se rompen. En todos los relatos la autora tiene imágenes muy vívidas pero en este sin duda ha sido una experiencia que ha dolido y me ha gustado a partes iguales. Otro de los relatos titulado "Ay Javier" podría describirlo con un asesinato, un cenicero de Gin Larios en el que no fuma nadie y una aventura... ¿Con esto no os consigo vender el libro? Pues sois duros de pelar, queridos lectores. Es cierto que ha habido relatos que me han parecido más flojos que otros pero considero que tiene muchos puntos fuertes como los personajes o las descripciones del libro. Elena Prieto consigue un ambiente en el que puede haber angustia pero también esperanza. Por solo 15,20 euros podréis tener una lectura muy versátil y en algunos puntos hasta divertida. Ideal para escuchar con canciones de Johnny Cash mientras estás en la tumbona.
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